La reeducación vial desde el condicionamiento instrumental
Se puede afirmar que el factor humano es el responsable del 70% o 90% de los accidentes de tráfico. Y es que parece ser que no es lo mismo que una tercera persona cuente su propio hecho fatídico, a que sea uno mismo el que viva sus propias consecuencias, como sería el casos de algunos accidentes de tráfico.
En materia de reeducación vial, no está todo probado para lograr la finalidad del método educativo. De hecho, quedan todavía muchos métodos sensibilizadores por emplearse, algunos de ellos, basados en las nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad vial, y que están dando buenos resultados en muchos países europeos. Por ejemplo, en materia de reeducación vial, se han hecho campañas publicitarias donde las propias víctimas en accidentes de tráfico contaban sus propias vivencias, y sugerían cómo hacer un buen uso responsable al volante para evitar resultados que a veces son irreparables; lesiones como paresia, plejias, etc. Incluso se han llegado a hacer campañas conscienciadoras, como la de pasear en una grúa a un vehículo después de ser siniestrado en un accidente de tráfico, creando así un efecto de conciencia entre los jóvenes que se divertían en los botellódromos, para que se abstuvieran de conducir si consumían bebidas alcohólicas.
Tampoco las campañas publicitarias , a pesar de su gran dureza con la que se han llevado a cabo, hayan alcanzado los resultados esperados.
Ya que según datos consultados a la Dirección General de Tráfico, el ir bajo los efectos de bebidas alcohólicas mientras se conduce, suele ser algo más habitual los fines de semana y festivos, frente a los días hábiles o laborales, que desciende este tipo de infracciones; dichas tipologías de infracciones son las más características que se repiten, a pesar de las continuas reformas llevadas a cabo en materia legislativa contra la seguridad vial. También las distracciones al volante es otra de las consecuencias que se producen en los siniestros viales, junto al exceso de velocidad. En definitiva, se puede afirmar que el factor humano es el responsable del 70% o 90% de los accidentes de tráfico. Y es que parece ser que no es lo mismo que una tercera persona cuente su propio hecho fatídico, a que sea uno mismo el que viva sus propias consecuencias, como sería el casos de algunos accidentes de tráfico.
Esta parte de la sensibilización vial, no es un aprendizaje minucioso que se aprenda cuando se va a obtener el permiso de conducir, pero sin embargo, las autoescuelas si imparten curso de sensibilización vial a infractores en materia de tráfico; por este mecanismo se pretende la sensibilización y reeducación vial del infractor, sin que tenga relación alguna con las pruebas de conocimiento para la obtención de los permisos o licencias. Pero parece ser que la reincidencia en la comisión del delito contra la seguridad vial, sigue siendo objeto de otra búsqueda de alternativa a la firmeza del Código Penal, atendiendo a la proporcionalidad y excepcionalidad de la pena de prisión.
Por ello, en materia de reeducación vial se está apostando por otros métodos alternativos, como son los simuladores de conducción estáticos. Por ejemplo, el simulador DRIVESIM; idénticos vehículos que imitan la situación real de las distracciones, las consecuencias de ir bajo el consumo de bebidas alcohólicas, el exceso de velocidad, los entornos viales obsoletos, las condiciones atmosféricas adversas, etc., digamos que se trata de replicas de las mismas situaciones que se percibe en la vida real mientras se realiza una conducción por cualquiera de las carreteras. Con la ventaja de que se puede experimentar las trágicas consecuencias en primera persona, de lo que sucedería mientras mandamos mensajes desde el teléfono móvil cuando estamos conduciendo, por ejemplo. Pero sin tener daños que lamentar, y las experiencias vividas se queden en el vídeo demostrativo que el propio conductor se podrá llevar en el “hipocampo”, que se encuentra dentro de los lóbulos temporales, y detecta y memoriza la información nueva. Pues al tratarse de una conducción instrumental en un simulador estático que representa el interior a escala real del habitáculo de un vehículo, se pretende con ello, que las nuevas tecnologías junto a la educación vial, desarrolle la sensibilización vial desde una perspectiva personal, complementándose la teoría educativa con la práctica.
Si la mayoría de los siniestros viales que se producen en las vías públicas, están relacionado con el factor humano, dejemos que sean aquellos conductores más descuidados, incívicos, negligentes, etc., los que vivan en primera persona lo que supondría un despiste, una conducción temeraria, consumir bajo efectos de sustancias psicoactivas, u otro tipo de conducción que implique en la concentración, el arte de conducir y manejar un vehículo a motor
Este tipo de simuladores puede parecer muy costoso para las Administraciones Públicas (Jefaturas) o empresas privadas (autoescuelas). Pero se trataría de un método de reeducación vial que se hace necesario para concienciar al ser humano en materia de seguridad vial. Por ejemplo, si la mayoría de los siniestros viales que se producen en las vías públicas, están relacionado con el factor humano, dejemos que sean aquellos conductores más descuidados, incívicos, negligentes, etc., los que vivan en primera persona lo que supondría un despiste, una conducción temeraria, consumir bajo efectos de sustancias psicoactivas, u otro tipo de conducción que implique en la concentración, el arte de conducir y manejar un vehículo a motor.
Por Andrés López, antropólogo y educador.
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