Raquel, trabaja como criminóloga en ACOVIFA
«Mi trabajo en la Asociación Contra la Violencia de Género y Familiar en Alcoy (ACOVIFA) se basa en el máximo pilar fundamental de la criminología: la prevención»
Raquel García, criminóloga
Desde que tengo uso de razón, siempre me he visto atraída por todo aquello que a las demás personas causaba terror, pavor e incluso repulsa. Sí, hablo del delito. A mis doces años yo ya fantaseaba con cuál iba a ser mi futuro; obviamente una vida como la de Sherlock Holmes pintaba muy bien, demasiado bien. Por ello, me documenté hasta la saciedad y descubrí aquello que años más tarde se convertiría en mi principal y única pasión: la criminología.
Para las mentes inquietas como yo, la criminología no solo es una disciplina, sino un modo de vida
No obstante, pese al instinto criminológico que todos y cada uno de nosotros portamos en nuestras venas, con el paso de los años descubres que no, la criminología no es Sherlock Holmes, ni CSI; ésta es mucho más que eso: es conocer a la perfección la delincuencia que crece y se desarrolla en el seno de una determinada sociedad y, a partir de su etiología, erradicar la problemática. Yo lo llamo algo así como “el servicio de control de plagas de la sociedad”. Por ello, para las mentes inquietas como yo, la criminología no solo es una disciplina, sino un modo de vida. De hecho, cuando sientes que la criminología forma parte de tu día a día, consigues observar el mundo desde otro punto de vista, es decir, desde un prisma objetivo, crítico y empírico.
Quién mejor que un criminólogo para combatirla y prevenir que futuras generaciones emprendan el mismo camino que las pasadas?
Por ello, comencé a interesarme por el mundo de la violencia de género cuando realicé mi trabajo de fin de carrera, versado éste en las violencias sobre la mujer en el ámbito socio-festivo de mi ciudad natal. En éste, llevé a cabo una profunda investigación sobre la etiología de la violencia y el constreñimiento al que las mujeres se han visto expuestas desde el inicio de la humanidad hasta la más cercana actualidad. De este modo, conociendo el origen y la realidad de la problemática de la violencia de género, pensé: “¿quién mejor que un criminólogo para combatirla y prevenir que futuras generaciones emprendan el mismo camino que las pasadas?”.
Actualmente estoy comenzando una labor criminológica en ACOVIFA, la Asociación Contra la Violencia de Género y Familiar en Alcoy y Comarcas. Mi trabajo aquí se basa en el máximo pilar fundamental de la criminología: la prevención; y, pese a que todavía cuesta hacernos un hueco en la sociedad actual y demostrar todo aquello que somos capaces de conseguir, poco a poco el equipo multidisciplinar va cobrando forma. Cuando llegué a ACOVIFA y observé la magna cantidad de víctimas por violencia de género, familiar, escolar y laboral que acuden a ella, supe que había llegado a parar al sitio adecuado.
Criminólogos, que las ganas de cambiar el mundo no se vean frustradas por la impotencia de no poder hacerlo deprisa, las cosas de palacio van despacio y, ahora, ha llegado nuestro momento. Demostremos al mundo de qué pasta estamos hechos.
Raquel, criminóloga en estado puro
«En mi trabajo, cada día trato historias de violencia y lucho para que ésta llegue a ser sólo eso: Historia».
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