La víctima vial: atención, asistencia e intervención
Se ha de lograr prestar a la víctima vial una mayor atención, asistencia e intervención para atender a sus necesidades y derechos y contribuir da una manera óptima en la desvictimización
El pasado 7 de julio tuve la oportunidad de participar en el curso e verano de la UNED «Ultimos estudios legales en Criminología Vial» en Plasencia. En esta ocasión, se me brindó la oportunidad de presentar la importacia que tiene la atención a víctimas viales. A continuación resumo la temática expuesta:
El número de víctimas viales es un grave problema que afecta de manera directa a aspectos fundamentales de la vida personal, familiar, social y laboral tanto de víctimas directas como indirectas.En los últimos años, los siniestros de tráfico se han convertido en una de las principales causas de mortalidad en nuestro país. Siendo estimado por la OMS[1], (como un problema de salud pública) que las lesiones causadas por el tránsito son la octava causa mundial de muerte, y la primera entre los jóvenes de 15 a 29 años.Las tendencias actuales indican que, si no se toman medidas urgentes, los accidentes de tránsito se convertirán en 2030 en la quinta causa de muerte. Por lo que se requiere trabajar para lograr prevenir los delitos viales, evitar que la víctima llegue a serlo y por la restitución de los derechos y necesidades de las víctimas.Ante esta situación, en 2010 la Organización de Naciones Unidas y los gobiernos de todo el mundo proclamaron el “Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011 – 2020)”[2] , con el objetivo de estabilizar, primero, y reducir, después, la cifra de víctimas por accidentes de tránsito”.
Si bien es cierto que nuestro país ha experimentado un descenso de los siniestros con fallecidos en los últimos años, todavía sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad sobre todo en población menor de 30 años.Los acontecimientos relacionados con los riesgos del tráfico rodado siempre han existido, aunque sí es cierto que en la actualidad presenciamos un mayor interés en cuanto al estudio y atención para con las víctimas de siniestros. Hasta ahora se ha ido centrando la problemática en la figura del conductor como peligro base considerando de otro lado, a la víctima como inocente. Y es que no podemos olvidar que ambos pertenecen al iter- criminis por lo que hemos de abordar de manera global y conjunta ambas figuras.
La víctima del tráfico rodado pertenece a todas las edades y grupos sociales y culturales, ocasionado secuelas de gravedad, irreversibles tanto físicas como psicológicas, por lo que se requiere una buena preparación personal y profesional por parte de los agentes interviniente en sucesos traumáticos como lo son los siniestros de tráfico
Además, se hace necesaria no sólo la revisión de cifras únicamente, sino que además resulta tremendamente importante no olvidar que detrás de cada una de esos datos hay personas; Personas con vidas rotas a las cuales hay que atender, acoger y escuchar. Esta parte humana, que no se debe dejar de lado, es la que lleva a trabajar a todos los niveles. Es aquí donde cobra especial importancia, la labor que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y todos los recursos humanos intervinientes en este tipo de victimización (como las Unidades de Atención a Víctimas de Accidentes de Tráfico). Resulta necesario invertir esfuerzos y recursos en el tratamiento de la víctima vial. Para ello y de la mano de la *Estrategia de Seguridad vial 2011-2020 del Ministerio de Interior, se prioriza el tratamiento de víctimas de los accidentes de tráfico como una de sus 11 áreas prioritarias de actuación, exigiendo protección y apoyo no sólo a las personas afectadas (víctimas directas) sino también a sus familiares (victimas indirectas).
Se ha de lograr prestar a la víctima vial una mayor atención, asistencia e intervención para atender a sus necesidades y derechos y contribuir da una manera óptima en la desvictimización, siendo el fin último de dicha desvictimización no sólo dotar a la persona de elementos que le ayuden a resistir y a superar situaciones difíciles, sino capacitarles, guiarles con sus propios recursos a recuperar el control sobre su propia vida, impidiendo estancarse en la victimizacion y disminuyendo esos elementos facilitadores de situaciones victimizantes.
Para prevenir la delincuencia vial, se ha de tener en cuenta a la víctima. Ésta, por lo general parece muy punitiva a priori y reclama, para acabar con este tipo de violencia y hacer justicia, un aumento de las penas pero, aunque el culpable fuera condenado 100 años en prisión, sin salir, el daño, el dolor las pérdidas no desaparecerían porque aun con el castigo más duro, no va a devolver a la víctima al momento antes del delito. Si esos delitos han causado víctimas directas se debe empezar por trabajar con ellas para que no se sientan menospreciadas que se sientan respetadas, escuchadas y se les guie en el camino hacia la recuperación y la reconciliación consigo mismas y con los que les rodean. Al final, las víctimas no son tan punitivas como parece y lo que quieren es evitar que lo que les ocurrió a ellas no les vuelva a ocurrir a otra persona.
Hasta hace unas décadas, el accidente de circulación se consideraba como un hecho imprevisible, inevitable, algo que dependía del azar. Hoy en día sabemos que son la consecuencia de un proceso en el que interactúan, diversos factores sobre lo que es posible intervenir y que en gran medida, se pueden prevenir y evitar.
Los siniestros son el producto de la unión de muchos factores relacionados, que surgen de una compleja red de interacciones entre el conductor, el vehículo, el entorno físico.
Resulta primordial trabajar para lograr reducir al máximo la victimización secundaria, garantizando en esa primera intervención, en ese primer contacto con la víctima de un suceso traumático, una buena asistencia policial previniendo así una futura cronificación de las secuelas/cicatrices psicológicas.
La Victimología Vial por tanto, pondrá a disposición todas las herramientas y recursos de carácter preventivo y analítico para seguir trabajando sobre aquellos factores predisponentes y precipitantes (conocedores que la siniestralidad vial no son meramente casualidades sino también causalidades, predecibles y evitables) que inciden de manera directa ten las víctimas mortales del tráfico rodado. Se debe por tanto hacer una buena recogida de datos para analizándolos optimizar y perfilar planes cada vez más efectivos. Desde las instituciones que realizan esta labor se ha de tomar conciencia de la importancia de una buena recogida de datos para prevenir víctimas futuras. Para ello se debe utilizar un único sistema de recopilación de datos con variables similares al que tengan acceso a nivel nacional todas las instituciones implicadas. Además, se debiera contar con profesionales externos (criminólogos especializados) para el procesamiento y elaboración de informes en pro de un análisis más certero y científico.
Resulta de vital importancia parar, para reparar a la víctima.
Y resulta curioso cómo sobre todo en víctimas viales, no se consideran ellas mismas como tal. Simplemente consideran que “le has tocado” que su vida se ha roto. Aprenden a vivir con dolor y con sufrimiento. Qué importante sería atender e intervenir desde el minuto uno, tanto con víctimas directas e indirectas, para aunque con dolor puedan continuar con sus vidas sin sufrimiento, depositando en ellas una cierta esperanza para lograr que vuelvan a recuperar el control sobre su propia vida.Nada será como antes tras ese suceso tan traumático que han experimentado, pero se puede trabajar para lograr una nueva vida, simplemente diferente, con metas, ilusiones y nuevos proyectos. Y esto es labor social, institucional (por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, responsables de esa victimización secundaria), profesional (dispositivos y medios para la atención a todos los niveles) y es labor también a nivel individual
[1] Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2013. Apoyo al decenio de acción (Consultado el 10/04/2016) Disponible en: http://www.who.int/violence_injury_prevention/road_safety_status/2013/report/summary_es.pdf
[2] Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 http://www.who.int/roadsafety/decade_of_action/es/
*Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 Resumen ejecutivo: http://www.dgt.es/Galerias/seguridad-vial/politicas-viales/estrategicos-2011-2020/doc/estrategico_2020_003.pdf
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